El Aura - Campo Lumínico Electromagnético

El Aura - Campo Lumínico Electromagnético

La palabra Aura, que en griego significa "brisa" y en latín "emanación", ha sido utilizada desde tiempos inmemorables para referirse a una aureola luminosa y policroma que rodea no sólo al ser humano, sino también a animales y plantas. 

Podemos definir al Aura como un Campo Lumínico Electromagnético que envuelve a todos los seres vivos, y que se ve influenciada directamente por el estado físico, mental y emocional de cada individuo. En ella, se refleja la personalidad y las situaciones que experimentan las personas. Se presenta como un halo de luz de colores que emana del cuerpo sin límites definidos.

De acuerdo con las diferentes culturas al aura se le conoce con nombres distintos: Prana, Helam, Aura, Halo, y mas recientemente; Bioplasma o Bioenergia. Históricamente la fuente de energia que brotaba de manos o cabezas de personajes divinos, místicos y sanadores se ha representado en las pinturas y grabados como un círculo luminoso alrededor de la cabeza y manos. En todas las culturas, el ser humano parece haber sido consciente de la existencia del Aura. En la prehistoria realizaban grabados de figuras rodeadas de una especie de halo, los jefes indios americanos y chamanes simbolizan el aura en sus tocados de plumas, los faraones egipcios en sus tiaras, también se puede apreciar en las representaciones religiosas sobre las cabezas de ángeles, santos, vírgenes e incluso en el propio Jesús.

La creencia general es que existe una energía cósmica que activa e impregna todo el universo; para los chinos sería el chi, huaca para los incas, prana para los hindúes y ruasch para los hebreos. Durante siglos, médicos y filósofos como Galeno y Paracelso, señalaron la existencia de una sustancia luminosa que impregna el universo y cuyo desequilibrio podría dar origen a numerosas alteraciones. Más tarde, a partir del siglo XVII, cualquier intento de demostrar esta teoría sería ridiculizado o destruido, y no sería hasta principios del siglo XX con el descubrimiento de la fotografía Schlieren y más tarde en 1939 con la fotografía Kirlian, cuando pudo demostrarse que, en efecto, tal y como aseguran las numerosas tradiciones, los organismo vivos poseen un campo electromagnético que irradia una luminiscencia imperceptible a simple vista y que varía dependiendo de nuestro estado físico y emocional.


En 1939, los soviéticos Semyon y Valentina Kirlian descubrieron por accidente el campo magnético del cuerpo humano cuando trabajaban en su laboratorio. Reparando un equipo médico, se dieron cuenta de que una descarga eléctrica entre un electrodo y partículas de piel humana producía cambios en el color. Así, lo que hicieron fue fotografiar dicha descarga colocando directamente la placa sobre la piel. De esta manera, surgió la herramienta científica para captar el aura: la cámara Kirlian.

De acuerdo con el conocimiento de las distintas tradiciones esotéricas, el aura está íntimamente ligada a la luz, los rayos solares y los siete colores del arco iris. Esta fuerza cósmica es absorbida a través de la respiración y de los siete vórtices energéticos situados en nuestro cuerpo conocidos como chakras. Estos están asociados a diversos órganos, así como a las distintas capas que nos envuelven y que forman a su vez, otros siete cuerpos aúricos.

Conocida en la tradición de Kundalini Yoga como el octavo Chakra. Su tamaño puede variar desde varios centímetros a muchos metros en todas las direcciones, ascendiendo por encima del cuerpo físico, como una luz radiante que lo rodea con forma de óvalo o círculo. Se conoce como la fuerza circundante, la fuerza del escudo que rodea a todos los demás Chakras. Está asociada con la salud, y todos los órganos influyen en la fuerza y tamaño del aura. Su color varía dependiendo de nuestros estado mentale, emocionale y físico.





Cuando esta fuerza circundante es fuerte, automáticamente se filtra cualquier influencia negativa. Cuando es débil, se es a las influencias negativas del entorno. Un aura fuerte hace que todos los demás chakras funcionen mejor. La sensación que se percibe a través de este campo es la de estar conectado con el universo entero. El alma siente inmensa dicha al asociarse y residir en el cuarto chakra o en el aura, se afirma en la sensación de equilibrio y compasión cuando llega al cuarto chakra y descubre la amplitud y la realidad impersonal en el aura.

Como Visualizar el Aura: Para iniciarse en esta actividad, los especialistas recomiendan intentar ver el aura de las manos, pues en ellas se concentra mucha energía.

Un ejercicio sencillo consiste en sentarse en un lugar de luces suaves, totalmente relajado, y con una hoja de papel. La idea es poner la mano con los dedos separados sobre ésta y mirar fijamente la punta de los dedos y los bordes de la mano. Si se está bastante relajado, se logrará observar una especie de niebla transparente y de poco grosor alrededor. La práctica continua de esta actividad permite a la larga observar el aura.

Ejercicio para aprender a visualizar el Aura de otras personas:

1. Las personas pueden situarse una frente a la otra, con una separación de 2 ó 4 metros, en un cómodo sofá o silla. Situar la persona en frente de un fondo blanco natural muy iluminado. Un fondo de color cambiará los colores del Aura, entonces necesitas sabiduría adicional combinando colores. Algunas combinaciones de fondo y colores del Aura pueden causar problemas de mal interpretación. 
2. Escoger un punto. Lo mejor es mirar directamente al chakra del entresejo de alguien (tercer ojo u ojo de sabiduría, que está localizado 1.5 cm arriba de la nariz, entre los ojos). En algunas culturas (India) ponen una marca en la frente. Tal marca en tiempos antiguos significaba la invitación a mirar y ver el Aura.
3. Mira a este punto por 30 a 60 segundos o más
4. Después de 30 segundos analizar los alrededores con la visión periférica, mientras se mantiene la mirada fija en el mismo punto.
5. Continuar la concentración es lo más importante. Resistir la tentación de mirar alrededor. Se observa que el fondo cerca a la persona es más brillante y tiene un color diferente que el fondo más lejano. Mientras mayor sea la concentración, mejor se verá.
6. Es recomendable hacerlo en un lugar cerrado con luz ambiental. Lo mejor sería que la habitación contara con unas paredes blancas o de un color uniforme.

Cómo ver su propia Aura: Ponerse de pie aproximadamente 1.5 m frente a un espejo de buen tamaño. En el comienzo es mejor si el fondo detrás es blanco natural y no hay sombras. La iluminación debe ser muy suave y uniforme no brillante. Seguir las instrucciones anteriores para ver el Aura.

Se debe practicar por lo menos 10-15 minutos cada día para incrementar la sensitivilidad y desarrollar vista Aurica.


Todo en el universo es vibración. Todo átomo, toda parte de un átomo, todo electrón, toda "partícula" elemental, aún nuestros pensamientos y consciencia son solo vibraciones. Podemos definir el Aura como una vibración rodeando todo objeto material.

Como el aura es el medio a través del cual nuestros impulsos creativos se precipitan desde nuestras realidades más elevadas, a la realidad física, podemos utilizar el campo aural para enviar a nuestra conciencia de vuelta hacia arriba (en vibración), a través de sus capas, hasta penetrar en la realidad del YO Energía Universal. Para lograrlo, necesitamos conocer la forma en que se transmiten estos impulsos creativos, capa por capa, al interior de nuestro mundo físico para ayudarnos a crear nuestra experiencia vital cotidiana.

Cada capa es un cuerpo, tan real, vivo y activo como nuestro cuerpo físico. Cada cuerpo existe en una realidad consciente que en cierto modo es igual y distinta a la realidad física. En cierto sentido, cada capa es un mundo en sí misma, pero estos mundos se interconectan y existen sumergidos dentro del mismo espacio en el que experimentamos nuestra realidad física.

La creación o manifestación se produce cuando se transmite un concepto o una creencia desde su fuente en los niveles elevados, descendiendo hacia los niveles de realidad más densos, hasta que se cristaliza en la realidad física. Creamos de acuerdo con nuestras creencias. Y lo que está tomando lugar en las capas inferiores afecta también, naturalmente, a las superiores. Somos por tanto, creadores de nuestra salud y de nuestra enfermedad. De nuestra realidad. 

Los colores y la intensidad de los destellos del aura tienen un significado especial, y pueden revelar cualidades y defectos, situaciones de tensión y enfermedades antes de que se presenten los síntomas. Los tonos del aura no son como los colores ordinarios, suelen ser traslúcidos, más variados y de mayor cantidad de matices. Las personas generalmente tienen uno o dos colores dominantes, que reflejan su estado. A medida que el individuo evoluciona y crece espiritualmente los colores de su aura cambian; los expertos afirman que entre más limpia y luminosa sea su aura mayor habrá sido su avance espiritual. Igualmente, señalan que la uniformidad de dicho campo energético refleja el equilibrio y estado de salud que posee. 


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