Árbol de la Vida Sefirótico
Árbol de la Vida Sefirótico
El Árbol de la Vida Sefirótico es un mapa del
cosmos, un modelo del universo, donde se pone en forma diagramática cada una de
las fuerzas y factores del universo y es válido tanto para el hombre como para
la creación entera.
Este Árbol constituye una unidad indisoluble e
indivisible y todas sus partes son
aspectos inseparables de esa unidad. Sin
embargo, admite diferentes interpretaciones en los diferentes planos, y merced
a sus asociaciones astrológicas puede ser asociado con los dioses de cualquier
panteón. Cada símbolo del Arbol representa una fuerza cósmica o un factor. Cada
vez que la mente se concentra en él, se pone en contacto con esa fuerza. Este
modelo es pues un juego de símbolos, un
intermediario sintético entre nosotros y lo desconocido
El Árbol de la Vida, se divide en 3 columnas:
- Columna de la fuerza: es activa (+) (o
positiva, o masculina), compuesta, por las sefiroth Hokhmah (2), Hesed (4) y
Netsah (7).
- Columna de la Forma: es receptiva (-) (o
pasiva, o femenina), compuesta por las sefiroth Binah (3), Gueburah (5) y Hod
(8).
- Columna del Equilibrio: es neutra, compuesta por las sefiroth Kether
(1), Tifereth (6), Yesod (9) y Malkhuth (10)
Las Sefiroth
Son emanaciones de Dios y simbolizan diez aspectos
distintos del Creador, constituidos por diez círculos que revelan la
multiplicidad de lo Uno, de su divinidad.
Cada una de estas sefiroth tiene una cara
oculta y otra visible. Es receptiva con respecto a la anterior y activa en
relación a la siguiente. la cara visible es identificada con el rol que juega en el proceso de la Creación; la
cara oculta es identificada con la fuerza motivadora que inspira su actividad.
en toda sefirah puede verse un Arbol Sefirótico
completo, y en cada sefirah de este Arbol otro más, y así hasta lo
infinitamente pequeño. Y viceversa.
Las sefiroth representan las distintas etapas
del proceso creativo, por medio del cual Dios generó desde el mismo núcleo de
su ser infinito la progresión de reinos, los cuales culminan en nuestro
universo físico finito.
Las energías de las sefiroth son invisibles,
menos Malkhuth, síntesis y recipiente de todo el Arbol. Malkhuth es un reflejo invertido de Kether . Las demás
sefiroth, o numeraciones, son tomadas como intermediarias entre la
inmanifestación y la manifestación. A las sefiroth, se le asocian también con
números, colores, dioses, animales, las
cartas del tarot, etc. por ende resulta un símbolo maravilloso para conectar
nuestro inconsciente con la manifestación divina.
Mundos Cabalístico
El universo fue creado en cuatro mundos o
planos de existencia, los cuales
coexisten y están presentes en toda la creación. Estos mundos o planos son :
Olam Ha Atsiluth: Mundo de las Emanaciones
Divinas. A él pertenecen las sefiroth Kether
, Hokhmah y Binah. Este plano es
invisible e increado, aunque sus emanaciones configuran constantemente la
creación.
Olam Ha Beriyah: Mundo de la Creación.
Constituido por las sefiroth Hesed , Gueburah
y Tifereth. En este plano se generan las primeras formas creacionales en
su aspecto más sutil e informal.
Olam Ha Yetsirah: Mundo de las
Formaciones. constituido por las
sefiroth Netsah , Hod y Yesod. En este
plano se manisfiestan las primeras formas creacionales.
Olam Ha Asiyah: Mundo de la Concreción
Material. constituido sólo por la sefirah Malkhuth. Es la única visible y
perceptible a los sentidos. En este plano finaliza el proceso de
emanación.
Todos estos mundos coexisten en el hombre y el
conjunto de ellos, el Árbol de la Vida, es llamado Hombre Universal, o Adam
Kadmon en la Cábala.
El hombre tiene la posibilidad de entrar en
contacto con las realidades representadas por estos mundos al modificar su
estado de conciencia, este cambio de conciencia a voluntad es lo que se conoce
hoy en día como magia.
En Sof es el espacio de relación entre la
Esencia del Creador y su Creación. En Sof, se encuentra más allá del firmamento
y se llega a él atravesando a Kether.
En Sof, es equivalente al No-Ser. Es el equilibrio completo en el cual todas las posibilidades están incluídas en perfecta armonía. Es el resplandor Infinito del que emanó el universo. Esta emanación revela diferentes aspectos de la divinidad, que se denominan sefiroth.
Alfabeto Hebreo
En el hebreo antiguo las vocales no se señalizaban, ni se punteaban, como se hace en el presente. Por lo tanto, las palabras escritas sólo con consonantes podían ser leídas de varias maneras, o con el auxilio de diferentes vocales, aumentando así su poder evocativo y semántico en múltiples valoraciones y sentidos. Las letras tienen vinculaciones también con otros símbolos, muchos de ellos animales, y de distinta naturaleza e índole, lo que se asocia con el alfabeto, la palabra y la metafísica del lenguaje.
Estas letras se subdividen en tres grupos: las
tres madres, de las que surgió la materia primaria del mundo: aire, agua y fuego; las siete dobles ,
identificadas con los siete planetas; y
las doce simples, identificadas con los doce signos zodiacales.
Letras madres: Alef, Mem y Shin.
Letras dobles: Beth, Guimel, Daleth, Kaf, Fe,
Resh y Taw.
Letras simples: Hé, Vav, Zayin,
Heth, Teth, Yod, Lamed, Nun, Samekh,
Ayin, Tsade y Qof.
Los 32 Senderos
La unión de las diez sefiroth, a las veintidós letras del alfabeto
hebreo, constituyen los treinta y dos
senderos de la sabiduría.
El Sefer Yetzirá, explica los 32 senderos de sabiduría, todos
ellos operativos y funcionales en el proceso de la creación.
Para la
creación de los 32 senderos, Dios tuvo en cuenta tres palabras: Sefar, que representa el cálculo, la letra
considerada como cifra; Sefer, la escritura, lo numerado; Sipur, que expone la
emisión de la palabra.
Los cabalistas definen a estos 32 senderos como
diferentes estados de conciencia y los asocian con las 32 veces que se menciona
a Dios en el proceso de creación del primer capítulo del Génesis.
Los Senderos son microcósmicos. Representan etapas sucesivas de realización cósmica, de la conciencia humana.
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